Los versículos mas populares de los Salmos

 

 

Salmos 119:105 

Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.

 

Salmos 19:1

Para el director del coro. Salmo de David.Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos.

Salmos 1:1 

Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores,

Salmos 139:13

Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre.

Salmos 37:4

Pon tu delicia en el Señor, y El te dará las peticiones de tu corazón.

Salmos 103:1 

Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Salmos 46:10

Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.

Salmos 46:1 

Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Salmos 127:3

He aquí, don del Señor son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre.

Salmos 139:1 

Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido.

Salmos 23:1 

El Señor es mi pastor, nada me faltará.

Salmos 19:7

La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo.

Salmos 14:1 

El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, han cometido hechos abominables; no hay quien haga el bien.

Salmos 27:1
 

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?

Salmos 24:1 

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo y los que en él habitan.

Salmos 51:5

He aquí, yo nací en iniquidad, y en pecado me concibió mi madre.

Salmos 110:1 

Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Salmos 91:1

El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.

Salmos 51:10

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Salmos 119:11

En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti.

Salmos 90:2

Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.

Salmos 2:7

Ciertamente anunciaré el decreto del Señor que me dijo: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

Salmos 19:14

Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, roca mía y redentor mío.

Salmos 139:14

Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.

Salmos 23:4

Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.

Salmos 16:11

Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre.

Salmos 127:1 

Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia.

Salmos 139:7

¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia?

Salmos 119:9

¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando tu palabra.

Salmos 51:1 

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones.

Salmos 111:10

El principio de la sabiduría es el temor del Señor; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su alabanza permanece para siempre.

Salmos 8:3

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido,

Salmos 139:23

Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes.

Salmos 22:1
 

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?

Salmos 12:6

Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada.

Salmos 42:1 

Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.

Salmos 118:24

Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.

Salmos 34:8

Probad y ved que el Señor es bueno. Cuán bienaventurado es el hombre que en El se refugia!

Salmos 138:2

Me postraré hacia tu santo templo, y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre.

Salmos 34:1 

Bendeciré al Señor en todo tiempo; continuamente estará su alabanza en mi boca.

Salmos 32:1
 

Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto!

Salmos 32:8

Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti.

Salmos 100:1

Salmo de acción de gracias.Aclamad con júbilo al Señor, toda la tierra.

Salmos 119:89

Para siempre, oh Señor, tu palabra está firme en los cielos.

Salmos 1:2
Sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!

Salmos 2:3 

Rompamos sus cadenas y echemos de nosotros sus cuerdas!

Salmos 133:1 

Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía.

Salmos 16:10

pues tú no abandonarás mi alma en el Seol, ni permitirás a tu Santo ver corrupción.

Salmos 121:1 

Levantaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?

Salmos 27:14

Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor.

Salmos 27:4

Una cosa he pedido al Señor, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor, y para meditar en su templo.

Salmos 91:11

Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.

Salmos 1:4

No así los impíos, que son como paja que se lleva el viento.

Salmos 55:22

Echa sobre el Señor tu carga, y El te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido.

Salmos 71:1

En ti, oh Señor, me refugio; jamás sea yo avergonzado.

Salmos 119:97

¿Cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.

Salmos 63:1 

Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua.

Salmos 90:12

Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.

Salmos 118:22

La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo.

Salmos 119:1 

Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del Señor!

Salmos 18:2

El Señor es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable.

Salmos 8:4 

¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?

Salmos 1:6

Porque el Señor conoce el camino de los justos, mas el camino de los impíos perecerá.

Salmos 40:1 

Al Señor esperé pacientemente, y El se inclinó a mí y oyó mi clamor.

Salmos 34:18

Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón, y salva a los abatidos de espíritu.

Salmos 95:6

Venid, adoremos y postrémonos; doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor.

Salmos 33:12

Bienaventurada la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que El ha escogido como herencia para sí.

Salmos 8:9

Oh Señor, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Salmos 84:11

Porque sol y escudo es el Señor Dios; gracia y gloria da el Señor; nada bueno niega a los que andan en integridad.

Salmos 81:1 

Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; aclamad con júbilo al Dios de Jacob.

Salmos 107:1

Dad gracias al Señor, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Salmos 95:1

Venid, cantemos con gozo al Señor, aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.

Salmos 122:6

Orad por la paz de Jerusalén: Sean prosperados los que te aman.

Salmos 82:6

Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos sois hijos del Altísimo.

Salmos 150:6

Todo lo que respira alabe al Señor. Aleluya!

Salmos 1:5

Por tanto, no se sostendrán los impíos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos.

Salmos 2:1

¿Por qué se sublevan las naciones, y los pueblos traman cosas vanas?

Salmos 103:2

Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.

Salmos 34:4

Busqué al Señor, y El me respondió, y me libró de todos mis temores.

Salmos 33:6

Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca.

Salmos 66:18

Si observo iniquidad en mi corazón, el Señor no me escuchará.

Salmos 16:8

Al Señor he puesto continuamente delante de mí; porque está a mi diestra, permaneceré firme.

Salmos 1:3

Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.

Salmos 22:23

Los que teméis al Señor, alabadle; descendencia toda de Jacob, glorificadle, temedle, descendencia toda de Israel.

Salmos 5:6

Destruyes a los que hablan falsedad; el Señor abomina al hombre sanguinario y engañador.

Salmos 3:4

Con mi voz clamé al Señor, y El me respondió desde su santo monte.
 

Salmos 4:5

Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el Señor.

Salmos 9:11

Cantad alabanzas al Señor, que mora en Sion; proclamad entre los pueblos sus proezas.

Salmos 18:19

También me sacó a un lugar espacioso; me rescató, porque se complació en mí.

Salmos 6:7

Se consumen de sufrir mis ojos; han envejecido a causa de todos mis adversarios.

Salmos 7:8

El Señor juzga a los pueblos; júzgame oh Señor, conforme a mi justicia y a la integridad que hay en mí.

Salmos 10:11

Dice en su corazón: Dios se ha olvidado; ha escondido su rostro; nunca verá nada.

Salmos 22:24

Porque El no ha despreciado ni aborrecido la aflicción del angustiado, ni le ha escondido su rostro; sino que cuando clamó al Señor, lo escuchó.

Salmos 5:7

Mas yo, por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; me postraré en tu santo templo con reverencia.

Salmos 10:12

Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres.

Salmos 3:5

Yo me acosté y me dormí; desperté, pues el SEÑOR me sostiene.

Salmos 6:8

Apartaos de mí, todos los que hacéis iniquidad, porque el Señor ha oído la voz de mi llanto.

Salmos 4:6

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? ¿Alza, oh Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro!

Salmos 2:5

Luego les hablará en su ira, y en su furor los aterrará, diciendo:

Salmos 5:8

Señor, guíame en tu justicia por causa de mis enemigos; allana delante de mí tu camino.

 

 

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