Salmos del 111 al 120

 



Salmo 111

El salmista celebra los tratos bondadosos de Dios con su pueblo, de los cuales se da una declaración sumaria. Este salmo unido al Salmo 112 formarían un salmo acróstico. El tema del Salmo 111 es, el Señor y su Palabra, y está centrado en el carácter de Dios mientras que el Salmo 112 describe a la persona sabia que responde adecuadamente a esa obra de Dios y a la palabra divina.

Esta alabanza a Jehová describe como él dirige nuestra existencia y premia al justo y al temeroso de su grandioso poder. El salmo recuerda al hombre las manifestaciones de las leyes divinas expresadas en sus sabios mandamientos llenos de una gran sabiduría.

 

Salmo 112 

Este salmo puede considerarse como una exposición de Salmo 111, que presenta la felicidad de aquellos que temen y obedecen a Dios, y contrasta el destino de los impíos.

Como el Salmo 111 antes, el Salmo 112 es un salmo acróstico. “Son del mismo largo, encajan en las mismas estrofas, e incluso tienen frases idénticas o similares en los mismos lugares en cada uno. Ambos son acrósticos precisos; esto es, tienen 22 líneas las cuales empiezan con la letra sucesiva del alfabeto hebreo.

 

 

Salmo 113 

El salmo 113 nos enseña que debemos alabar al creador. Dios con su nobleza protege a los seres rectos.  Bendice este salmo el nombre de Jehová y enaltece su nombre y su obra ejecutada sobre todos los pueblos. 

La majestad de Dios contrastaba con su condescendencia y su trato amable hacia la humilde materia prima y un llamado a la alabanza. El Salmo 113 es un salmo de alabanza descriptiva, comienza y termina con las palabras ¡Alabado sea el Señor!. Este salmo y el 114 generalmente se recitan en el Seder de Pascua, una comida de celebración antes de la cena. Los Salmos 115 al 118 se recitan inmediatamente después de la cena.  

 

 

Salmo 114 

El salmo 114 nos muestra como Jehová abre el camino para que los hombres de corazón justo se trasladen a otras tierras. Protege Dios su creación y está presente en cada momento de la existencia del hombre para acompañarlo por siempre.

El Salmo 114 celebra la liberación de Israel de Egipto. Hay un espíritu ligero y animado en este poema, que compensa la música más pesada y la teología más distintiva del primer cántico de liberación en Éxodo 15. Este poema se recita junto con el Salmo 113 en la celebración de la Pascua antes de la cena.

 

 

Salmo 115 

El Salmo 115 continua con la colección de los salmos Hallel, entonados por los judíos durante las celebraciones de la pascua.

El salmista ora para que Dios reivindique su gloria, que se contrasta con la vanidad de los ídolos, mientras que la locura de sus adoradores se contrasta con la confianza del pueblo de Dios, a quien se alienta a ejercer y a unirse en la alabanza que ocasiona.

 

 

Salmo 116 

El Salmo 116 , un salmón mesiánico es uno de los Sal de Pascua (Sal 113-118). Probablemente fue el himno que cantaron Jesús y los discípulos la noche en que fue arrestado, la noche en que celebró la Pascua con ellos. El escritor celebra la liberación de los peligros extremos por los cuales fue favorecido y promete agradecimientos y piadosos reconocimientos públicos. 

 

Salmo 117 

El salmo 117 está constituido por una alabanza al creador y agradecimiento por sus grandiosas obras. Este pequeño salmo nos servirá como estimulo para agradecer constantemente a Jehová por su gran bondad.

Protege el Señor al hombre lleno de justicia porque su vida está llena de grandes esfuerzos por seguir por el camino del bien. Este salmo nos induce a unificarnos como pueblo reconociendo a Jehová como único Dios y protector de todos los hombres que habitan la tierra.

 

Salmo 118

Después de invocar a otros para unirse en alabanza, el escritor celebra la protección y el cuidado de Dios hacia él, y luego se representa a sí mismo y al pueblo de Dios como entrando al santuario y uniéndose en alabanza solemne, con oración por una bendición continua. 

El Salmo 118 no nombra al autor en su título, pero hay una razón para creer que fue el Rey David, el dulce Cantor de Israel. Esdras, sugiere que el Salmo 118 fue cantado durante la fundación del Segundo templo, y que cuando ellos lo cantaron, al parecer se lo atribuyeron a David.

 

Salmo 119 

El Salmo 119, es un salmo de sabiduría, es la canción principal de la Torá. Celebra la Palabra de Dios de manera casi exhaustiva. Este largo poema es todo en acróstico. Para cada una de las 22 consonantes del alfabeto hebreo, hay ocho versículos que comienzan, en el original, con la letra en cuestión.  

Este gran Salmo merece una gran introducción. El autor no es nombrado; antiguos comentaristas casi de manera unánime dicen que es un Salmo de David, compuesto a través de toda su vida. Los comentaristas más modernos a menudo dicen que fue escrito después del exilio, saliendo de los días de Nehemías o Esdras. 

 

Salmo 120

Este es el primero de quince salmos (Salmos 120-134) titulado “Una canción de grados”, o ascensiones. Parece más probable que fueron diseñados para el uso de la gente cuando subiendo a Jerusalén en las ocasiones festivas, tres veces al año. David aparece como el autor de cuatro, Salomón de uno, y los otros diez son anónimos, probablemente compuestos después del cautiverio. En este salmo, el escritor reconoce la misericordia de Dios, ora por el alivio de un enemigo malicioso, cuyo castigo anticipa, y luego repite su queja.  

 

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